LA PIEL DEL RECIÉN NACIDO

Es el órgano más grande del cuerpo humano y la de tu pequeño es muy tersa, delgada y delicada, por ello necesita de ciertos cuidados.

Al nacer, tu pequeño está cubierto por una capa de grasa que se llama vérnix caseoso, cuando el pediatra lo recibe, retira la mayoría de este sebo y con el baño se quita el resto. Sin embargo, por ser tan frágil su piel está expuesta a factores externos que tienden a dañarla y resecarla, de hecho, es 10 veces más sensible que la de un adulto, aunque esta característica disminuye al paso de los meses.

Características de su piel 

  • En algunas zonas se nota con franjas de otro color, sobre todo en los pies y las manos, esto debido a que la circulación también se encuentra en un periodo de adaptación y no funciona al 100%.
  • Está cubierta en su totalidad por un vello fino y suave, incluyendo la cara, que va desapareciendo conforme avanza la edad.
  • En los prematuros la piel es delgada y transparente.
  • Si se trata de un bebé a término es más gruesa.
  • Tiene un mayor contenido de agua y menor contenido de melanina (el pigmento que le da color), por lo que seguramente tu pequeño tendrá la piel más clara al nacer, pero al paso de los meses se oscurecerá un poco.

 

Tips para su cuidado

 

  1. Es importante que le apliques productos especiales para su delicada piel. Para el baño elige un jabón neutro e hipoalergénico. Para no irritar sus ojos, procura lavar su cabecita con un shampoo específico que evite el lagrimeo y en caso de costras lácteas, nunca las arranques.
  2. Después de bañarlo, sécalo con cuidado y aplícale una buena crema humectante para bebé.
  3. En la zona del pañal es común que el contacto con la pipí y la popó lleguen a causar rozaduras, por ello aplica una buena pomada antirozaduras con óxido de zinc para este fin.
  4. El contacto con su piel es muy importante, procura acariciar y darle suaves masajes a tu bebé, así le brindarás diferentes sensaciones que promueven su desarrollo, lo relajarás para antes de dormir y crearás ese momento de complicidad entre ustedes.
  5. Recuerda inspeccionar la zona detrás de las orejas, normalmente olvidada, y propensa a rozaduras y sequedad. Para los labios de tu bebé y todas las zonas sensibles expuestas al sol, utiliza un protector solar.